Dr. Smiljan Astudillo

Dolor Muscular de Aparición Tardía (DOMS): Bases fisiológicas, diagnóstico y abordaje terapéutico

El Dolor Muscular de Aparición Tardía, denominado DOMS por sus siglas en inglés (Delayed Onset Muscle Soreness), constituye un fenómeno fisiopatológico frecuentemente experimentado por individuos que realizan actividad física, con independencia de su nivel de aptitud física o experiencia deportiva.

1. INTRODUCCIÓN

Este fenómeno representa una respuesta fisiológica al estrés mecánico inducido por el ejercicio, particularmente cuando este implica contracciones musculares excéntricas o actividades a las que el organismo no está habituado.

La presente monografía tiene como objetivo proporcionar una revisión exhaustiva y actualizada de los fundamentos fisiológicos, manifestaciones clínicas, métodos diagnósticos y estrategias de intervención terapéutica del DOMS, basándose en la literatura científica más relevante y en las recomendaciones de organismos especializados en medicina deportiva y ciencias del ejercicio.

El documento aborda, asimismo, los mecanismos de prevención respaldados por evidencia científica, con el propósito de optimizar la práctica de actividad física y minimizar las limitaciones funcionales asociadas a este fenómeno.

2. CONCEPTUALIZACIÓN Y CARACTERIZACIÓN DEL DOMS

El DOMS se define como un complejo sintomático caracterizado por dolor e inflamación muscular que no se manifiesta durante o inmediatamente después de la actividad física, sino que presenta un desarrollo gradual, alcanzando su máxima expresión clínica entre las 24 y 72 horas posteriores al estímulo desencadenante.

Tras este período, la sintomatología comienza a remitir progresivamente hasta su resolución completa, generalmente entre los cinco y siete días posteriores al inicio del cuadro (MedSalud, 2023).

Es importante establecer la diferenciación entre este cuadro y el dolor muscular agudo experimentado durante el ejercicio, atribuible principalmente a la acumulación transitoria de metabolitos (fundamentalmente ácido láctico) y a la fatiga neuromuscular. Mientras que el dolor agudo representa una señal de limitación temporal del rendimiento, el DOMS constituye la manifestación clínica de procesos reparadores y adaptativos a nivel tisular.

El DOMS ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas desde principios del siglo XX. Sin embargo, fue en la década de 1980 cuando se produjeron avances significativos en la comprensión de sus mecanismos fisiopatológicos, particularmente a través de los estudios histológicos que evidenciaron microlesiones en las estructuras musculares y del tejido conectivo asociado tras el ejercicio excéntrico intenso.

3. ETIOPATOGENIA DEL DOMS

3.1 Mecanismos fisiopatológicos

De acuerdo con la American College of Sports Medicine (ACSM, 2021), el DOMS representa una manifestación clínica secundaria a procesos reparativos musculares. A nivel microscópico, el ejercicio intenso induce microlesiones en las estructuras sarcoméricas y en el tejido conectivo circundante, particularmente en la fascia profunda. Estas microlesiones constituyen un estímulo fisiológico necesario para los procesos de hipertrofia y adaptación muscular.

La cascada fisiopatológica del DOMS comprende diversos mecanismos:

  1. Fase inicial de microlesión tisular con alteración de la arquitectura sarcomérica
  2. Liberación de mediadores inflamatorios (interleucina-6, TNF-alfa, prostaglandinas)
  3. Activación de nociceptores por acción de los mediadores inflamatorios
  4. Extravasación de fluidos al espacio intersticial (edema)
  5. Incremento de la tensión tisular con estimulación de mecanorreceptores
  6. Reparación progresiva mediante procesos de síntesis proteica y reorganización estructural

3.2 Factores predisponentes y actividades desencadenantes

El DOMS es inducido primordialmente por ejercicio y entrenamiento de alta intensidad, así como por la realización de patrones de movimiento a los que el organismo no está adaptado. Las actividades que implican contracciones musculares excéntricas (elongación del complejo músculo-tendinoso bajo tensión) presentan mayor potencial para desencadenar DOMS (MedSalud, 2023).

Es importante distinguir entre los dos tipos principales de contracciones musculares:

Contracción concéntrica: Se produce cuando el músculo se acorta durante la generación de tensión (p. ej., la fase de elevación durante una flexión de bíceps o al subir escaleras). Durante este tipo de contracción, los filamentos de actina y miosina se deslizan entre sí, aproximando los extremos del músculo.

Contracción excéntrica: Ocurre cuando el músculo se alarga mientras genera tensión (p. ej., la fase de descenso controlado durante una flexión de bíceps o al bajar escaleras). En esta fase, el músculo actúa frenando el movimiento y disipando energía mecánica, lo que genera mayor estrés sobre las estructuras musculares.

Actividades con elevada incidencia de DOMS, clasificadas según evidencia científica:

  • Entrenamiento con cargas, especialmente durante la fase excéntrica del movimiento (descenso controlado)
  • Actividades con componente gravitatorio negativo (descenso de pendientes, carrera en bajada)
  • Ejercicios pliométricos y actividades con componente de salto
  • Inicio de nuevos protocolos de entrenamiento sin adaptación progresiva
  • Incremento abrupto (>20%) en los parámetros de volumen o intensidad del ejercicio habitual

4. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL DOMS

El DOMS presenta un cuadro clínico característico, con manifestaciones sintomáticas y signos objetivables que permiten diferenciarlo de otras entidades nosológicas que cursan con dolor muscular:

4.1 Sintomatología característica

La sintomatología asociada al DOMS se caracteriza por una intensidad significativamente superior a la del dolor muscular residual experimentado habitualmente tras una sesión de entrenamiento convencional. Los individuos afectados frecuentemente experimentan limitaciones funcionales que comprometen tanto el rendimiento deportivo como la ejecución de actividades cotidianas (MedSalud, 2023).

4.2 Signos y síntomas específicos

La presentación clínica del DOMS incluye un conjunto de manifestaciones objetivas y subjetivas:

  • Dolor muscular: De carácter sordo, continuo, con exacerbación durante la contracción activa o la palpación
  • Edema tisular: Incremento del volumen muscular secundario a la extravasación de fluidos al espacio intersticial
  • Hipersensibilidad a la palpación: Aumento significativo de la sensibilidad mecánica muscular
  • Fatiga muscular persistente: Sensación subjetiva de agotamiento que persiste en reposo
  • Restricción del rango articular: Limitación de la amplitud de movimiento secundaria a la rigidez muscular
  • Disminución de la capacidad contráctil: Reducción transitoria (24-72h) de la fuerza muscular máxima (15-50%)
  • Alteración propioceptiva: Modificación de los patrones de reclutamiento motor y de los mecanismos de retroalimentación neuromuscular

4.3 Afectación funcional

El impacto funcional del DOMS se manifiesta mediante:

  • Sensación subjetiva de debilidad muscular con disminución objetivable de la capacidad de generación de fuerza
  • Incremento del dolor durante la ejecución de movimientos cotidianos (sedestación, deambulación, cambios posturales)
  • Dificultad para la movilización articular, especialmente en los rangos extremos de flexión y extensión
  • Alteración de patrones biomecánicos compensatorios con potencial incremento del riesgo lesional

5. ABORDAJE TERAPÉUTICO DEL DOMS

La resolución completa del DOMS requiere fundamentalmente tiempo para permitir que los procesos naturales de reparación tisular se desarrollen adecuadamente. Si bien no existe un tratamiento definitivo que elimine por completo esta entidad, la literatura científica ha identificado diversas modalidades terapéuticas que, implementadas de manera apropiada, pueden contribuir significativamente a la atenuación de la sintomatología y a la optimización de los procesos recuperativos (Sciatica Clinic, 2022).

Las intervenciones terapéuticas deben ser seleccionadas considerando factores como el momento de aplicación post-ejercicio, la intensidad de la sintomatología, las características individuales del paciente y la disponibilidad de recursos. Se presenta a continuación una revisión de las estrategias de tratamiento respaldadas por mayor evidencia científica:

5.1 Recuperación activa

Puede resultar complicado realizar incluso los movimientos más suaves durante episodios de DOMS. Sin embargo, la evidencia científica demuestra que el movimiento controlado alivia la tensión muscular, facilitando la recuperación. La inactividad prolongada puede contribuir a un aumento de la rigidez muscular (Biggart, citado en Nike, 2023).

El ejercicio ligero, como caminar o nadar, incrementa la circulación sanguínea y contribuye a aliviar el dolor muscular. Estas actividades promueven una recuperación más rápida mediante la reducción de la rigidez en las estructuras musculares (Bjornborg, 2023).

Opciones recomendadas para la recuperación activa incluyen:

  • Caminatas a ritmo suave y controlado
  • Natación o ejercicios acuáticos de baja intensidad
  • Ciclismo en terreno plano con resistencia mínima
  • Yoga con énfasis en movimientos fluidos y no forzados

Inmediatamente después del ejercicio: La terapia de contraste (alternancia de calor y frío) presentó una eficacia significativa (Clase II), mientras que la crioterapia y la criostimulación mostraron efectos moderados (Clase IV).

Puedes utilizar:

  • Compresas frías para reducir la inflamación inicial
  • Baños o compresas calientes para aumentar el flujo sanguíneo y aliviar la rigidez
  • Alternancia de aplicaciones frías y calientes (terapia de contraste)

5.3 Terapia manual: masaje terapéutico

A las 24 horas post-ejercicio, el masaje terapéutico ha demostrado eficacia significativa (nivel de evidencia clase III) en la reducción de la sintomatología asociada al DOMS (Fisiología del Ejercicio, 2025).

Los mecanismos propuestos para explicar estos efectos beneficiosos incluyen:

  • Incremento del flujo sanguíneo local con optimización del aporte de nutrientes y eliminación de metabolitos
  • Reducción del tono muscular patológico y de la tensión miofascial
  • Modulación de la nocicepción mediante la activación de vías inhibitorias descendentes
  • Potenciación del drenaje linfático con reducción del edema intersticial

Las modalidades de masaje con mayor evidencia científica incluyen:

  • Masaje terapéutico clásico con maniobras de effleurage y petrissage
  • Liberación miofascial mediante presión sostenida
  • Técnicas neuromusculares específicas
  • Masaje con instrumentación asistida

Parámetros óptimos de aplicación:

  • Intensidad: moderada, adaptada a la tolerancia individual
  • Duración: sesiones de 15-20 minutos
  • Frecuencia: 1-2 aplicaciones diarias durante la fase aguda
  • Momento: preferentemente 24-48h post-ejercicio

5.4 Descanso adecuado

El descanso representa un componente esencial del proceso recuperativo. Se recomienda proporcionar al organismo tiempo suficiente para recuperarse mediante la planificación estratégica de días de descanso entre sesiones de entrenamiento intenso (Bjornborg, 2023).

El período de recuperación resulta fundamental para permitir la adecuada reparación de las microlesiones musculares. Un protocolo de descanso óptimo incluye:

  • Sueño de calidad (7-9 horas), durante el cual se potencian los procesos regenerativos tisulares
  • Pausas programadas entre entrenamientos de alta intensidad (mínimo 48 horas para el mismo grupo muscular)
  • Distribución de la carga de entrenamiento mediante la alternancia de grupos musculares en días consecutivos

5.5 Hidratación y nutrición

La literatura científica actual destaca la importancia de una adecuada alimentación e hidratación durante el proceso de recuperación muscular. Se recomienda garantizar una ingesta suficiente de proteínas y otros nutrientes que favorezcan la reparación tisular y los procesos recuperativos. La hidratación adecuada constituye un factor fundamental para la optimización de estos procesos (Bjornborg, 2023).

Investigaciones recientes han evidenciado que determinados alimentos poseen propiedades específicas para el manejo del DOMS. En concreto, estudios controlados han demostrado que el consumo de leche, chocolate con leche, jugo de sandía y cafeína puede limitar y reducir la percepción subjetiva del dolor hasta en un 48% (Rocha, 2022).

Recomendaciones nutricionales basadas en evidencia:

  • Mantener un estado de hidratación óptimo (aproximadamente 30-35 ml/kg de peso corporal/día)
  • Consumir proteínas de alta calidad biológica (1.6-2.0 g/kg/día) para potenciar los mecanismos de reparación muscular
  • Incorporar alimentos con propiedades antiinflamatorias naturales (frutas, verduras, alimentos ricos en ácidos grasos omega-3)
  • Considerar la inclusión estratégica de alimentos específicos como leche, chocolate con leche o jugo de sandía, especialmente en el período post-ejercicio

5.6 Estrategias farmacológicas y complementarias

La literatura científica ha evaluado diversas intervenciones farmacológicas y complementarias para el manejo sintomático del DOMS, con resultados variables:

Analgésicos tópicos: Los preparados tópicos que contienen mentol han demostrado reducir la percepción subjetiva del dolor asociado al DOMS mediante la activación de termorreceptores cutáneos con efecto analgésico (MedSalud, 2023).

Terapia instrumental: La utilización de dispositivos de automasaje, como los rodillos de espuma (foam rollers), ha evidenciado efectos positivos en la reducción del dolor y en la recuperación de la función miofascial afectada por el DOMS (MedSalud, 2023).

Dispositivos de compresión: A las 48 horas post-ejercicio, las prendas de compresión han mostrado resultados favorables (nivel de evidencia clase III) en la atenuación de la sintomatología dolorosa (Fisiología del Ejercicio, 2025).

Vendaje neuromuscular (kinesiotaping): La aplicación de vendaje neuromuscular ha obtenido resultados prometedores (nivel de evidencia clase III) en la reducción de la intensidad del dolor a las 48 horas post-ejercicio (Fisiología del Ejercicio, 2025).

Acupuntura: Existe evidencia preliminar que sugiere potenciales beneficios de la acupuntura en la reducción del dolor muscular y en la aceleración de los procesos recuperativos, si bien se requieren estudios adicionales para establecer conclusiones definitivas (MedSalud, 2023).

Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Aunque los AINEs pueden proporcionar alivio sintomático temporal, su uso rutinario en el manejo del DOMS es controvertido, dado que investigaciones recientes sugieren que la respuesta inflamatoria fisiológica podría ser necesaria para los procesos adaptativos musculares (Universidad Autónoma de Chihuahua, 2017).

6. PREVENCIÓN DEL DOMS

Si bien no es posible eliminar por completo el riesgo de experimentar DOMS, varias estrategias pueden ayudar a reducir su intensidad:

6.1 Progresión gradual

Una de las mejores formas de prevenir el DOMS es comenzar cualquier programa de actividad nuevo de manera suave y gradual.

Es recomendable:

  • Incrementar la intensidad del ejercicio de forma progresiva
  • Aumentar gradualmente el volumen de entrenamiento
  • Introducir nuevos ejercicios de manera paulatina

6.2 Calentamiento adecuado

Hacer movimientos dinámicos antes de tu entrenamiento ayuda a garantizar que no estés ejerciendo ninguna tensión innecesaria en el cuerpo. Y una investigación que se encuentra una edición del 2007 del Australian Journal of Physiotherapy, sugirió que un calentamiento puede ayudar a reducir el dolor muscular hasta dos días después de tu entrenamiento.

Un buen calentamiento debe incluir:

  • Movilidad articular
  • Activación cardiovascular progresiva
  • Ejercicios específicos de menor intensidad similares a los que se realizarán durante el entrenamiento

6.3 Efecto de entrenamiento repetido (RBE)

El «reapated bout effect» (RBE) es la capacidad del musculo para adaptarse, a los estímulos mecánicos causados por la contracción muscular, reduciendo la respuesta al DOMS. Se puede prevenir, reducir o acelerar la recuperación de DOMS, disminuyendo el volumen de ejercicios excentricos durante aproximadamente una semana antes de realizar la sesión de entrenamiento excéntrico de alto volumen.

Esta estrategia consiste en:

  • Realizar sesiones de menor intensidad como preparación
  • Exponer al músculo gradualmente a contracciones excéntricas
  • Implementar períodos de adaptación antes de entrenamientos intensos

6.4 ¿Qué no funciona para prevenir el DOMS?

Contrario a la creencia popular:

Si bien realizar estiramientos otorga muchos beneficios, actualmente no hay evidencia de que el estiramiento antes o después del ejercicio ayude a reducir o prevenir el DOMS.

Desde hace varios años, se ha pensado que los estiramientos estáticos están recomendados para prevenir la aparición de DOMS. Sin embargo, existe evidencia científica que lo ha negado, y se ha demostrado que los estiramientos no tienen efectos beneficiosos en detener esta reacción fisiológica, ya sea antes, durante o después del entrenamiento físico.

7. CUÁNDO BUSCAR AYUDA MÉDICA

El DOMS generalmente no requiere intervención médica, pero debes buscar consejo médico si el dolor se vuelve insoportable, experimentas hinchazón severa o tu orina se vuelve oscura.

Otros signos de alerta que requieren atención médica:

  • Dolor que no mejora después de 7 días
  • Inflamación extrema
  • Fiebre
  • Enrojecimiento o calor excesivo en la zona
  • Dolor que interfiere severamente con las actividades diarias

8. CONCLUSIONES

El Dolor Muscular de Aparición Tardía (DOMS) constituye una respuesta fisiológica normal al ejercicio intenso o no habitual, particularmente cuando este implica un componente excéntrico predominante. Aunque puede resultar incómodo y temporalmente limitante desde el punto de vista funcional, representa un proceso necesario para la adaptación y el fortalecimiento del sistema musculoesquelético.

Las principales conclusiones derivadas de la evidencia científica actual incluyen:

  1. El DOMS se caracteriza por una sintomatología que aparece de forma diferida (24-72h post-ejercicio) y presenta una resolución espontánea en aproximadamente 5-7 días.
  2. Su fisiopatología implica microlesiones en estructuras musculares y tejido conectivo, con la consiguiente respuesta inflamatoria reparadora.
  3. Las intervenciones terapéuticas con mayor respaldo científico incluyen la recuperación activa, la terapia de contraste térmico, el masaje, los sistemas de compresión y la adecuada nutrición e hidratación.
  4. Las estrategias preventivas más eficaces comprenden la progresión gradual de la carga de entrenamiento, la implementación de protocolos de calentamiento estructurados y la aplicación del efecto de entrenamiento repetido (RBE).
  5. Contrariamente a creencias populares, los protocolos de estiramiento no han demostrado eficacia en la prevención del DOMS.

Para la optimización del rendimiento deportivo y la adherencia a programas de actividad física, resulta fundamental la comprensión de los mecanismos subyacentes al DOMS y la implementación de estrategias apropiadas para su manejo. Esto permite transformar una experiencia potencialmente aversiva en un componente integrado y comprendido del proceso de mejora física.

9. REFERENCIAS

  1. American College of Sports Medicine. (2021). ACSM’s Guidelines for Exercise Testing and Prescription (11th ed.). Wolters Kluwer.
  2. Bjornborg. (2023). Dolor muscular de aparición tardía – DOMS. Recuperado de https://www.bjornborg.com/us/stories/guides/delayed-onset-muscle-soreness/
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  11. Servicio Nacional de Salud del Reino Unido [NHS]. (2023). Delayed onset muscle soreness (DOMS). NHS UK.
  12. Tufano, J.J., Brown, L.E., Coburn, J.W., et al. (2012). Effect of aerobic recovery intensity on delayed-onset muscle soreness and strength. The Journal of Strength & Conditioning Research, 26(10), 2777-2782.

Dr. Smiljan Astudillo
Fisiatra especialista en rehabilitación y manejo del dolor

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